Claudio Martyniuk
Editorial Prometeo
Mostrar formas de atención, distancias y contactos, configuraciones de la sensibilidad, fuerzas de las ordenaciones que arrastran y prodiguen arrastrando desde atrás; y buscar señas de libertad en movimientos del pensar, en imágenes, detenciones que se desplazan, acciones que irrumpen y se secan. El sentido de este ensayo filosófico así podría resumirse. La materialidad de la forma, la afectación que provoca, los modos institucionalizados del investigar, su estilística escrituraria, las maneras de disponer cuerpos y repasar pieles, también de circulación de la crítica, de reconocimientos mistificadores y memorias fosilizadas, de evanescencias de las entregas mínimas de justicia; y el martirio redundante del testimoniar, la indiferencia que respira e intoxica, las subversiones amorosas y las melancolías que se anulan a la ley, las músicas sobre el ocaso de la intensidad e insumisiones que hallan su vitalidad en la abstención: estas referencias salvajemente estéticas orientan exploraciones, recorridos en los que se despliegan y pliegan texturas del saber, expresiones artísticas, cristalizaciones e innovaciones tecnológicas del estilo, normas clasificatorias, sanciones de exclusión, espigas fecundas de densidad silenciosa, encuentros miméticos, espinas que atormentan, inscripciones que lapidan, mercancías que se anillan y sensibilidades a la sensibilidad. Y se deshojan géneros, rastreando interfaces, poéticas que se deslizan entre la epistemología, la estética y la filosofía del derecho. Observaciones desde un límite del mundo, anotaciones al paréntesis wittgensteiniano que señala que ética y estética son uno y lo mismo. Filtro entrópico que al interrogar sentidos experimenta nihilidades, pluralismo filosófico negativo que desemboca en el mar y se entrega, gris impuro, deshecho en jirones, rehecho a jirones, al azul del cielo.