IX Jornadas de Sociología

Capitalismo del siglo XXI, crisis y reconfiguraciones

Luces y sombras en América Latina

8 al 12 de Agosto de 2011

Sede principal: Facultad de Ciencias Sociales - UBA

En los últimos años se ha puesto en evidencia una crisis profunda del capitalismo que pone en cuestión las capacidades materiales y sociales de la reproducción social, a un punto tal que se puede llegar a hablar de una verdadera crisis civilizatoria. Con todo, hace tiempo que la idea de “derrumbe” ha sido sustraída del bagaje conceptual de las ciencias sociales; así es como se habla de “crisis” entendida como un “estado” del entramado social que, al mismo tiempo que abre posibilidades de cambios emancipatorios, posibilita la reconfiguración de las dominaciones.

El neoliberalismo desarrolló su ofensiva política, en procura de la utopía de un mercado puro, mediante la acción destructiva de todas las estructuras sociales y organizacionales que podían servir de obstáculo a su lógica de acumulación acrecentada de riqueza. El proceso de destrucción institucional barrió conquistas laborales, desmontó sistemas de protecciones sociales y desestructuró colectivos políticos, sociales y culturales. Sólo se detuvo cuando la inconsistencia de sus propias políticas se hizo evidente ante la constitución de nuevos territorios sociales de resistencia.

El neoliberalismo se fundó en una abstracción profundamente antisociológica: una concepción estrecha de la racionalidad como estrictamente individual, de lo social como competencia de esas racionalidades y del mundo circundante como recurso natural o humano en vías ineluctables de mercantilización. Como discurso ha tenido un impacto político y cultural que no ha cesado de manifestarse de la mano de una verdadera usina simbólica, conformada por una red internacional de think tanks promovidos con el respaldo de los organismos internacionales. Así, si bien la agenda política parece recuperar las temáticas de la “cuestión social” al ritmo de una revalorización de las “políticas estatales”, somos testigos de una profunda disputa por su definición en términos que pretenden deshistorizar la precarización, neutralizar el sentido de las fuerzas sociales y mistificar los recursos del poder, cuando lo que urge es un análisis histórico y materialista sin concesiones.

Las reconfiguraciones en el proceso de acumulación del capital y las consecuentes transformaciones en la relación capital-trabajo, en la estructura social y en el Estado deben ser leídas en términos de procesos con impactos que se cristalizan en el plano de las relaciones sociales, en las formas de representación política, en la organización del mundo económico y –particularmente- en la transformación de los imaginarios sociales. El anverso de este proceso de reconfiguración puede apreciarse en la ampliación y profundización de la desigualdad social, en niveles inéditos de desempleo y precariado, en nuevas formas de organización laboral y de la seguridad social y en el avance neoconservador del modelo securitario de control social que gestiona territorios en clave de fronteras sociales y políticas. Su reverso, en nuevas formas de resistencia ingeniadas por organizaciones sociales y de derechos humanos, en alternativas colectivas de organización del trabajo y en movimientos sociales que forman un escenario en el que el orden social interpelado despliega nuevas formas de represión y sujeción a través de la expansión del sistema penal, la judicialización de la política y de la protesta social.

Tomar como escenario Argentina y América Latina para reflexionar sobre todos estos importantes temas es el objetivo central de las IX Jornadas de la Carrera de Sociología.

La crisis del capitalismo y sus reconfiguraciones en los comienzos del siglo XXI se constituyen en un gran desafío para la puesta en escena de interrogantes sociológicos que sean capaces de poner a prueba la pertinencia de teorías y conceptos que vienen siendo utilizados en nuestras comunidades científicas en las últimas décadas (“agencia y estructura”, “agencia y poder”, “nuevos movimientos sociales”, “nuevas ciudadanías”, “biopolítica”, “liquidez”, “campo político”, “poder simbólico”, “sociedad de control”, “marginalidad”, “exclusión”, “desafiliación”, “post”, etcétera) y la pertinencia de los conceptos de las teorías clásicas (“lucha de clases”, “dominación”, “imperialismo”, “explotación”, “cohesión”, “burocratización”, “racionalización”, “ideología”, etcétera); ambas clases de conceptos puestos en diálogo, utilizados, recuperados y/o actualizados a la luz de las crisis y reconfiguraciones del capitalismo contemporáneo.

Al respecto, hacemos notar que las capacidades sociológicas de compresión del mundo se ven facilitadas por el trabajo cotidiano de docentes, investigadores y estudiantes; por la acumulación de saberes y de técnicas de observación que producen. Sin embargo, últimamente, este pensamiento crítico permanece alojado en el ámbito académico, teniendo que enfrentar a un dudoso pensamiento crítico arropado por un persuasivo lenguaje “progresista” que ha inundado los medios de comunicación; lenguaje experto en realizar diagnósticos (la mayoría de las veces incompletos), y por eso incapaz de avanzar sobre propuestas de transformaciones del orden social.

Por eso, seguimos afirmando que la Carrera de Sociología se reconoce como un amplio espacio definido a través de un compromiso intransigente con la producción crítica de conocimiento científico, constituyéndose en una ciencia con decididas pretensiones de interpelación del orden social, al que denuncia –porque logra hacerlo visible- y al que cuestiona –porque a la par que denuncia mostrando, la mirada sociológica logra ver los mecanismos arbitrarios que producen el orden de todos los días. Esta idea-fuerza es el fundamento del sentido de pensar al conocimiento sociológico como una herramienta de intervención política que lucha contra toda pereza moral e intelectual de un progresismo de papel porque se compromete a acompañar todo proceso transformador de una realidad social atravesada por distintas formas de desigualdad, injusticia, sometimiento y violencia, todas ellas constitutivas del orden capitalista.

Las IX Jornadas de la Carrera de Sociología, una vez más, convocan a docentes, investigadores, estudiantes y a todos aquellos interesados, a continuar y profundizar con nuestra presencia un protagonismo colectivo e institucional que nos permita avanzar en la construcción de una comunidad que más allá de las heterogeneidades y las diferencias, no abandone el compromiso por la lucha en el campo científico contra toda forma de injusticia y desigualdad producida por el orden capitalista.

Toda la información en: http://sociologia.fsoc.uba.ar/jornadas/9jornadas.htm